feedburner

¿Puede Cumaná ser la ciudad ideal?
¿Cómo cambiar la ciudad que tenemos por la que queremos?
¿Podemos ser una ciudad segura y hermosa?
Mi Cumaná, tu Cumaná, ¡Virtuosa!.

Cuál es el principal problema de Cumaná y su Municipio?

Socialismo en el siglo XXI

El Socialismo en el siglo XXI
Aún sin conocer lo que arrojará el referéndum de hoy, quisiéramos llevar una voz de tranquilidad a los venezolanos. Ojalá puedan permitirnos proponer un socialismo libre e independiente.

Primero dejemos la atadura histórica de Socialismo igual marxismo o leninismo o comunismo o socialdemocracia o democracia social; cada actor pol­ítico ha querido, y quiere, robarse una palabra que no deberí­a ser considerada una filosofí­a polí­tica sino un estilo filosófico de vida utópico, donde todos se aceptan, se es libre e independiente, el progreso es para todos según sus posibilidades y se ayuda a todos según sus necesidades. Creemos que a este Socialismo se referí­a Einstein, no aquel donde el estado lo es todo y diseña vidas como si los seres humanos fueran robots.

Proponemos la imagen idí­lica que vienen en las revistas religiosas donde convergen diversas culturas, religiones, edades y existe el respeto a los demás, el aprecio, el cariño. Socialismo no puede ser división entre clases sociales como si fuéramos ganado bueno o malo; un socialista aboga por lo social, donde un Homo sapiens sapiens socialis es muy inteligente, colabora con sus congéneres, progresa en sus conocimientos, atraviesa condiciones sociales y económicas y se une a otros seres humanos.

En la Venezuela que conocimos, desde niños, la era post viernes negro, aún con la crisis, se veí­an rasgos de una socialización muy bonita en la sociedad criolla; y es que en este paí­s se cumple mejor lo del sueño americano: todo el que se lo propone, surge, siendo buena gente, ético, espiritual, etc.; acá las parejas son interraciales sin mucha alharaca, hay casos que las telenovelas creyeron haber inventado, como los matrimonios entre ricos y pobres, acá pasa y pasará eso siempre; acá cualquier familia crí­a sin adoptar un niño que no es suyo y le da su apellido; acá niños clase media juegan lo mismo que el más pobre (gurrufí­o, perinola, picha, el escondio, la pataita, el quemao, etc.); en muchos puntos somos la sociedad más social del mundo.

Ojala se pueda esperar un futuro donde marxistas, socialdemócratas, socialcristianos, comunistas, ecologistas, liberales, conservadores, anarquistas, podamos vivir sin cuestionar, respetando, aceptando las diferentes filosofí­as del ser humano, eso serí­a el utópico socialismo que muchos pensadores imaginaban. Pero el término fue robado por algunos que creyendo querer hacer el bien por la fuerza, obligan a los demás con prediseños de sociedades, donde se niega lo ajeno, lo ultramarino, lo extraño, y no se ve la esencia de la unidad de lo humano: donde todos tenemos los mismos huesos, carne, células, ADN, instintos animales, vidas espirituales, nos morimos, nos enfermamos, somos tan frágiles. No podemos dejar que nos dividan. Hablen, rí­an, toquen, sueñen con el rico aquel, con el pobre este, con el humilde y con el arrogante, aceptémonos, es un reto que nos pone la Providencia.

Si en Venezuela la mayorí­a de la gente es de escasos recursos, aún hoy, es culpa de todos: sociedad, gobiernos, iglesias, Estado, Justicia, Asambleas. Hemos sido malos administradores de un recurso finito,que se va acabar; a veces pensamos que hubiese sido mejor no encontrar tanto petróleo en tan poca tierra,y habernos quedado con el cacao, café, caña, coco, ganado, industrias, comercios, servicios: cada quienen lo que le venga en gana y respetando reglas sociales y económicas en un juego real, llamado, sociedades humanas.
Todos fuéramos dueños de nuestro destino, le pagarí­amos impuestos a un estado neutro, el cual administrarí­a con seriedad el esfuerzo de la sociedad para devolverle educación, salud, seguridad, calidad de vida y sobretodo, libertad e independencia, donde un estado pequeño pero cumplidor “compita” con la sociedad, la iglesia, el mundo, por ver quien procrea más y mejores ciudadanos cada vez más y más tolerantes, inteligentes, pací­ficos, productivos, felices, maduros, razonables, éticos, donde se respeten los valores de cada familia por generaciones.

Un correo electrónico del Prof. Mikel Elguezabal Méndez, 13.773.219 Cumaná, 2 de diciembre de 2007, 5.50 p.m.

0 comentarios:

Publicar un comentario